Magnolia

Colección Magnolia: la elegancia de la delicadeza y la fuerza femenina

La Colección Magnolia de My Schneider Madrid nace como un homenaje a la flor que le da nombre: símbolo de amor, pureza y belleza atemporal. Pero también, y quizá sobre todo, como una metáfora de la mujer actual: fuerte, sensible, elegante y llena de matices. Esta colección encapsula la dualidad perfecta entre la suavidad de los pétalos y la firmeza de sus raíces, entre la gracia serena y la determinación silenciosa.

Un homenaje a la feminidad auténtica

Inspirada en la feminidad en su forma más pura, la Colección Magnolia no solo está pensada para novias, sino para todas aquellas mujeres que desean expresar su esencia a través de un vestido que hable por ellas. Mujeres que entienden que la elegancia no está reñida con la autenticidad ni la sofisticación con la personalidad.

Tejidos con alma y siluetas que hablan

Los tejidos utilizados —como el crepe, el tul bordado, la gasa, la organza o las flores en 3D— evocan la ligereza y la textura de los pétalos de la magnolia. Estos materiales, seleccionados con esmero, permiten crear siluetas limpias y depuradas que se ajustan con delicadeza al cuerpo, realzando la figura sin artificios.

Artesanía y diseño con sentido

Cada pieza se construye artesanalmente, con bordados hechos a mano y detalles únicos que convierten cada vestido en una obra de autor. La precisión y el cuidado con los que se confecciona cada prenda hacen que cada diseño de la Colección Magnolia sea irrepetible, con una identidad propia que conecta con la historia de quien lo lleva.

Belleza que trasciende modas

La Colección Magnolia no sigue tendencias, las trasciende. Es una propuesta que abraza la belleza serena y la elegancia discreta, pensada para mujeres que buscan un diseño que perdure en el tiempo, como la flor que la inspira. Porque un vestido no es solo una prenda: es una forma de contar quién eres sin palabras. Y Magnolia lo cuenta con poesía, con alma y con fuerza.

Desfile DE LA COLECCIÓN MAGNOLIA

Magnolia es la delicadeza y la elegancia atemporal de la flor que lleva su nombre, símbolo de amor, romance y belleza.